Descabelladas teorías sobre cómo abordar la práctica

Sábado a la noche. En el departamento de Pedro, se encuentran Lucas e Ignacio compitiendo en un juego de erudición literaria pergeñado por ellos mismos, entre las bocanadas de la pipa y el correr del vino. La musa inspiradora de sus estrofas es la inaccesible Denise, la hermana de Pedro, que acaba de volver de París.


Los Personajes
Ignacio es egocéntrico, controlador y celoso. Se dedica a “sherlockear” permanentemente haciendo deducciones o poniendo a prueba la capacidad de sus amigos nerds. Lucas es tímido y dubitativo, no puede siquiera dibujar a una mujer. Su despliegue de esnobismo y soberbia verbal apabullan. A ellos se les suma Pedro, nervioso y retraído quien se encuentra enfrascado en asuntos familiares.
Jóvenes con mucha teoría y poca calle, son incapaces de relacionarse con el sexo opuesto. En su necesidad de no caer en la vulgaridad del hombre común y troglodita, buscan estrategias para conquistar mujeres en manuscritos del siglo XIV o películas de principio del Siglo XX, en la época de la incipiente Internet y los teléfonos móviles.
Ellos son héroes que esgrimen la palabra como la más noble de las armas que, sabiéndose mejores exponentes, al menos en lo intelectual, que el resto no encuentran explicación a su falta de visibilidad ante las mujeres.
Lucas e Ignacio se burlan de la idea de Pedro de publicar su prolífica obra. Lo consideran una pérdida de tiempo ya que el grueso de los seres humanos, comunes ignorantes, carecen de la capacidad de entender lo que ellos entienden. De alguna manera solapan en esta afirmación su miedo a la exposición y prefieren regodearse en sus saberes al refugio de los libros.

Los hacedores
La obra resulta muy accesible pese al uso recargado de términos academicistas. Posee una dramaturgia compleja, cargada de verborragia y un sentido del humor muy ácido e inteligente. Por su labor en la dramaturgia y dirección de Los Talentos, Agustín Mendilaharzu y Walter Jakob recibieron el Premio "S" 2010.
Las excepcionales actuaciones de Julián Larquier Tellarini (Ignacio) y Julián Tello (Lucas) se roban la obra caracterizando personajes llenos de manías y aparente seguridad en su terreno, que quedan literalmente “en bolas” cuando aparece Leticia Mazur (Denise) y toda su arrogancia empieza a tambalear. En tanto que Pablo Sigal crea un simpático Pedro que entretiene y sorprende.

La moraleja
La llegada de Denise quiebra ese mundo construido por ideaciones y teorías dejándolos al desnudo, a expensas de la pragmática realidad. Ignacio debe caer en la cuenta de que no es el centro del mundo y todas sus deducciones dan por tierra. Pedro demuestra que fue subestimado por sus amigos, en tanto que Lucas se atreve al fin a leerle a Denise su verso sobre los Budas de Afganistán, una historia que ocultó de la mofa de Ignacio. Aquel verso termina siendo un apólogo de ellos mismos, cuyo final está librado al azar de la historia.

Links: Publicado originalmente en Diario La opinión

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